Prueba de esfuerzo: ¿para qué sirve una ergometría?
¿Sabías que en España las enfermedades cardiovasculares son la primera causa de muerte, por delante del cáncer y las enfermedades respiratorias? Prevenir y diagnosticar a tiempo las enfermedades del corazón es fundamental. En ese empeño, una ergometría es una prueba médica muy útil. Hoy te contamos en qué consiste y para qué sirve una prueba de esfuerzo.
¿Qué es una ergometría o prueba de esfuerzo?
La ergometría o prueba de esfuerzo consiste en la monitorización del ritmo cardíaco y la presión arterial de un paciente, mientras se le somete a un esfuerzo físico. Se trata de una prueba diagnóstica determinante en la detección de algunas enfermedades coronarias, como la angina de pecho.
Con esta prueba, lo que se pretende es reproducir el dolor torácico que experimentan algunos pacientes, sometiendo al corazón a un esfuerzo intenso. Al mismo tiempo, la ergometría revela las posibles alteraciones electrocardiográficas que se ponen de manifiesto cuando el paciente está haciendo un esfuerzo.
¿Por qué realizar una prueba de esfuerzo en un paciente?
Cuando un paciente tiene una enfermedad coronaria, en reposo la obstrucción en una arteria puede permitir un flujo de sangre al corazón sin ningún problema. Cuando el enfermo está relajado y descansando, si tuviera una obstrucción coronaria, ésta no mostraría síntomas y el electro probablemente estaría dentro de lo normal.
Sin embargo, al realizar un esfuerzo físico, aumenta el trabajo del corazón y, por tanto, la necesidad de aportar sangre. En esta situación, si existe una obstrucción coronaria, se producirá un déficit de riego sanguíneo que puede provocar la aparición de angina de pecho y alteraciones en el electrocardiograma.
¿Cómo se hace una ergometría?
Antes del inicio de la ergometría, se deberán realizar dos electrocardiogramas: uno con el paciente tumbado y otro de pie. Una vez iniciada la prueba de esfuerzo, se realizará una monitorización electrocardiográfica continua. Y habrá una última medición, tras la recuperación.
El paciente realiza el ejercicio sobre un tapiz rodante o bicicleta estática, en los que se va aumentando progresivamente la carga. El electrocardiograma en el momento de máximo esfuerzo es el más importante, sobre todo si el paciente presenta angina de pecho o falta de aire durante la prueba y al finalizar la misma.
De esta manera, la ergometría permite reproducir la angina de una forma controlada para diagnosticarla y obtener información sobre su evolución. Si en este proceso el paciente experimenta dolor en el pecho, falta de aire, mareo, palidez, sudoración fría o náuseas, debe decírselo urgentemente al médico especialista.
¿Para qué sirve una prueba de esfuerzo?
Las ergometrías no sólo ayudan a diagnosticar la angina de pecho. En pacientes que tienen una enfermedad coronaria ya conocida, la prueba de esfuerzo ayuda a valorar su evolución y constata si está siendo efectivo el tratamiento.
Además, la ergometría también puede usarse para determinar cuál es el nivel de esfuerzo físico apropiado para cada persona.
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