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Pruebas durante el embarazo: calendario y controles necesarios

Pruebas durante el embarazo y calendario

Pruebas durante el embarazo: calendario y controles necesarios

Durante el embarazo, es necesario realizar una serie de pruebas médicas para controlar la evolución del feto y comprobar el estado de salud que la futura madre. Gracias a estos controles prenatales que se realizan durante el embarazo, es posible prevenir problemas y reducir el riesgo de complicaciones durante la gestación.

Las pruebas que se realizan durante el embarazo suelen ser rutinarias y se realizan en un momento determinado del periodo de gestación, como medida de prevención y control. No obstante, también hay ciertas pruebas invasivas, como la biopsia corial o la amniocentesis, que sólo se realizan en situaciones muy especiales, cuando el ginecólogo especialista considera que existen riesgos que las hacen necesarias.

 

Pruebas que no realiza la Sanidad Pública: el test prenatal no invasivo

En este sentido, también es importante señalar que hay pruebas que ofrecen muy buenos resultados para la detección de riesgos para el feto y que no son tan invasivas, aunque están fuera de la cobertura de la Seguridad Social. Hablamos del test prenatal no invasivo, una prueba que permite detectar alguna de las alteraciones cromosómicas más frecuentes del feto a partir de un simple análisis de sangre.

Al margen de las pruebas de rutina y control del feto que se establecen en la Sanidad Pública, en muchas clínicas privadas se realizan más pruebas que complementan y amplían la monitorización del embarazo y el estado del bebé, como la ecografía 4D, por poner algún ejemplo. Si no tienes seguro o tu póliza no incluye esa cobertura, desde nuestra web de servicios médicos privados quizás podamos ayudarte.

 

Las pruebas que se realizan durante el embarazo, semana a semana

El control del embarazo se apoya en una serie de pruebas, que se van realizando conforme evoluciona el feto, semana a semana.

La primera visita al ginecólogo sirve para conocer el estado de salud de la futura madre y los antecedentes, para descartar enfermedades y alergias. La especialista realiza una citología, si no se ha hecho en tres años, y se realiza un chequeo completo y una analítica de la madre para descartar posibles riesgos.

Tras esa primera visita, se inicia una serie de pruebas con las que se va controlando la evolución del feto y de la madre.

 

Semana 11 a la 13: ecografía y medición del pliegue nucal

En torno a la semana 12, el ginecólogo realiza una ecografía para valorar el tamaño del bebé, descartar malformaciones y medir el pliegue nucal. Estas pruebas pretenden calcular el riesgo de malformaciones genéticas.

En función de los riesgos, el especialista puede solicitar pruebas más invasivas para descartar problemas. A través de la Sanidad Privada la futura madre tiene la alternativa de hacerse el test prenatal no invasivo.

 

Semana 19 a la 21: ecografía de diagnóstico prenatal

En torno a la semana 20 de gestación, la madre se somete a una nueva ecografía de diagnóstico prenatal, en la que se mide al bebé y se analizan detalladamente sus órganos y extremidades para descartar malformaciones. Es muy probable que en esta ecografía ya se pueda determinar el sexo del futuro bebé.

 

Semana 22 a la 24: analítica para descartar diabetes gestacional de la madre

Superado el ecuador del embarazo, se realizan nuevas analíticas, entre las que figura la prueba del azúcar que se realiza a la madre para descartar una diabetes gestacional. Si la prueba sale alterada, hay que realizar otra más completa que dura tres horas.

 

Semana 28: Visitas a la matrona

Durante el embarazo se realizan varias visitas a la matrona, pero la de la semana 28 es importante para aquellas madres con Rh negativo, ya que se les suele poner una dosis de gammaglobulina.

 

Semana 32 a la 36: ecografía del tercer trimestre

La ecografía del tercer trimestre se realiza entre la semana 32 y la 36 para monitorizar el estado del feto, calcular su tamaño, su posición y la cantidad de líquido amniótico de la placenta. También se observa el cordón umbilical.

En estas semanas, la madre se vuelve a hacer analíticas y el ginecólogo observa si existe anemia en la madre. También se hace un análisis para descartar que la embarazada tenga el estreptococo agalactiae, una bacteria que puede producir infección al bebé durante el parto.

 

Semana de la 38 a la 42: monitores

Conforme nos acercamos al final del embarazo, se intensifican los controles. A partir de la semana 38 se realizan monitores fetales, una vez por semana. Si el embarazo se retrasa hasta la semana 42, se suele programar un parto inducido, si no se desencadena solo. Una vez que nazca el bebé, empezará una nueva y emocionante etapa.

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