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¿Qué es el TAC y para qué sirve?

TAC

¿Qué es el TAC y para qué sirve?

Una «tomografía computarizada» (TC) o «tomografía axial computarizada» (TAC) permite a los médicos ver el interior del cuerpo de un paciente. Utiliza rayos X junto con un ordenador para reconstruir imágenes de órganos, huesos y otros tejidos. Muestra más detalle que una radiografía corriente.

Se puede realizar un TAC de cualquier parte del cuerpo. El procedimiento no lleva mucho tiempo y es completamente indoloro.

¿Cómo funciona un TAC?

Un escáner de tomografía utiliza rayos X que giran en torno a la parte del cuerpo que se desea escanear. Este escaneo permite obtener una serie de cortes desde diferentes ángulos.

Un ordenador se encarga de utilizar esta información para reconstruir una imagen transversal de todos los cortes. Como si se tratase de una rebanada de pan, este escáner bidimensional «corta» una imagen del interior del cuerpo del paciente.

Este proceso se repite para producir una serie de cortes o secciones que el ordenador superpone para reconstruir una imagen detallada de los órganos, huesos o vasos sanguíneos del paciente. Por ejemplo, un cirujano puede emplear este tipo de escaneo para ver un tumor desde todos los ángulos antes de una operación.

¿Cómo se hace un TAC?

Realizar un TAC

Un técnico de radiología se encarga de hacer el TAC. Durante el proceso, tendrás que tumbarte en una camilla dentro de la máquina grande con forma de donut que se encarga del TAC. Conforme la camilla se desplaza a través del escáner, los rayos X van girando alrededor de tu cuerpo.

Es normal que escuches algunos ruidos y zumbidos procedentes de la máquina. Además, se te pedirá que permanezcas quieto puesto que cualquier movimiento puede difuminar la imagen. En algunas ocasiones puede que tengas que contener la respiración.

La duración de la prueba depende de la parte del cuerpo que se vaya a escanear puede durar entre un par de minutos y media hora. En la mayoría de los casos, podrás volver a casa el mismo día de la prueba.

¿Para qué se utilizan?

  • Los médicos mandan un TAC por cualquiera de las siguientes razones:
  • Para detectar problemas óseos y de articulaciones como las fracturas óseas y los tumores.
  • Para registrar cualquier cambio en un cáncer, en enfermedades cardiovasculares, enfisemas, o masas hepáticas.
  • Para observar lesiones y hemorragias internas como las causadas por un accidente.
  • Para ubicar un tumor, un coágulo, una hipervolemia, o una infección.
  • Para dirigir el tratamiento o los procedimientos a los que se debe someter a un paciente, ya sean biopsias, cirugías, o radioterapia.
  • Para comparar TACs y determinar si un tratamiento está surtiendo efecto. Por ejemplo, un TAC de un tumor durante diferentes fases de quimioterapia o radiación puede mostrar si el tumor está respondiendo a dichos tratamientos.

¿Qué es un TAC con contraste?

En un TAC las sustancias más espesas como los huesos son fáciles de ver. Sin embargo, los tejidos más finos no se notan con tanta claridad ya que suelen aparecer borrosos en la imagen.

¿Cómo se puede ver? Se suele utilizar un medio de contraste, el cual se encarga de bloquear los rayos X para que la zona a escanear aparezca en blanco en la imagen. De esta forma, se resaltan vasos sanguíneos, algunos órganos y otras estructuras.

Los medios de contraste suelen estar hechos de yodo o de sulfato de bario. Estos fármacos se suministran de las siguientes maneras:

  • Mediante inyección: el contraste se inyecta directamente en vena. Este método se suele emplear para resaltar los vasos sanguíneos, el aparato urinario y la vesícula biliar.
  • Por vía oral: el contraste se ingiere junto con algún líquido para mejorar la imagen del sistema digestivo, el camino que sigue la comida a través del cuerpo.
  • Por enema: si se va a escanear el intestino, el medio de contraste se inserta por el recto.

Tras un TAC con contraste, hay que beber mucho líquido para ayudar a los riñones a expulsar el contraste del organismo.

¿Existen riesgos?

Al utilizar rayos X, un TAC produce radiación ionizante. Este tipo de radiación puede llegar a dañar tu ADN y a producir cáncer. No obstante, el riesgo es mínimo y la probabilidad de padecerlo a causa de un TAC es 1 entre 2.000.

Aun así, los efectos de la radiación se acumulan con el paso del tiempo. El riesgo aumenta con cada TAC al que te sometes. Es recomendable hablar con tu médico sobre los posibles beneficios y peligros de esta prueba y preguntar si es necesario que se te haga un TAC.

La radiación ionizante es más peligrosa para los niños. Esto se debe a que aún están en edad de crecimiento. También tienen más años para exponerse a la radiación. Antes de la prueba, es recomendable que preguntes al médico o al técnico de radiología si han configurado el escáner de tomografía para un niño.

También deberías avisar a tu médico de cabecera si estás embarazada. En caso de que se vaya a escanear la zona de tu estómago, tu doctor te puede recomendar una exploración que no emplee radiación, como una ecografía abdominal.

¿Cuáles son los efectos secundarios?

Algunas personas son alérgicas a los medios de contraste. En la mayoría de los casos, la reacción es leve. Puede causar picazón y algún sarpullido. En muy pocos casos causa alguna reacción mortal. Por este motivo, puede que se te deje en observación un rato después del TAC. Informa a tu médico si tienes alergia a algún medicamento, al marisco o al yodo.

Si tienes diabetes, tu médico también debería saber si estás tomando metformina para ver si deberías dejar de tomar tu medicación antes o después de la prueba.

Aunque es poco común, los medios de contraste pueden causar problemas hepáticos. Avisa a tu doctor si tienes algún problema hepático antes de hacerte un TAC.

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