¿Por qué las familias necesitan acceder a pediatras privados?

¿Por qué las familias necesitan acceder a pediatras privados?

¿Sabías que una de las especialidades que más demanda tiene en la medicina privada es la de Pediatría? Cada vez más familias encuentran entre los pediatras privados al médico de confianza que buscan para cuidar de la salud de sus hijos. Entre otras razones, por la escasez de estos especialistas en los centros de salud públicos.

A pesar de que España es de los países donde la Sanidad Pública reconoce que los niños menores de 14 años deben ser atendidos por pediatras en los centros de atención primaria, lo cierto es que muchos de ellos no tienen esa posibilidad, por las carencias del sistema público.

Puede que a muchos les sorprenda saber que hay muchos centros de salud donde no hay consultas de Pediatría y que en las comunidades autónomas de Baleares, Canarias, Madrid, Murcia y Valencia, entre el 30 y 50% de las plazas de pediatría están ocupadas por médicos no pediatras, según un estudio de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap).

Un médico no es lo mismo que un pediatra

La formación y experiencia de un médico pediatra es insustituible para el cuidado de la salud de los niños. En las primeras etapas de la vida de un niño, las revisiones con el pediatra son más frecuentes e incluyen la vacunación de los bebés. No obstante, los síntomas de enfermedad motivan la mayoría de las visitas al pediatra, sobre todo en los primeros años de vida.

Por cierto, ¿sabías que los bebés que van a guardería tienen al año una media de seis infecciones respiratorias al año, sobre todo en los meses de frío? Por eso, entre otras cosas, el trabajo del pediatra en atención primaria es fundamental.

Y no sólo son importantes para tratar y diagnosticar las enfermedades en niños y bebés, sino también desde el punto de vista de la prevención y el asesoramiento que pueden prestar a los padres para el desarrollo de los pequeños.

El médico pediatra ejerce un papel insustituible como consejero para resolver las más diversas situaciones relacionadas con los pequeños, tanto si están sanos como si tienen alguna enfermedad.

Conforme los niños crecen, las visitas al pediatra son menos frecuentes pero igualmente relevantes, ya que además de resolver o diagnosticar problemas puntuales de salud, permiten al especialista hacer un seguimiento de su desarrollo e informar a los padres si su hijo está creciendo de manera normal o si deben prestar especial atención a algún aspecto concreto.

Encontrar un buen pediatra privado

Por eso encontrar un pediatra de confianza es tan importante, ya que en sus manos dejamos una parte fundamental del cuidado de los niños. Y la medicina privada puede acercarnos a excelentes profesionales de la Pediatría.

Estos profesionales de la Pediatría ofrecen la atención sanitaria que precisan los niños en consultas que no están tan limitadas por el tiempo, y en las que también puede dar respuesta a las dudas y temores de los padres.

La presión por la elevada carga de trabajo que sufre el servicio de Pediatría de Atención Primaria de muchos hospitales públicos no son habituales en los centros médicos privados, donde los tiempos y las esperas nada tienen que ver con los de la Sanidad Pública.

Muchas familias ya tienen un pediatra privado de confianza

De hecho, esa agilidad y la calidad asistencial que se ofrece en las consultas de Pediatría de centros privados es una de las razones por las que muchas familias deciden contratar un seguro médico.

Tener un seguro para toda la familia puede ser una opción para garantizar que los pequeños sean atendidos por un pediatra, pero no es la única ni la mejor.

Aunque la Pediatría sea una cobertura habitual en las pólizas, hay que recordar que en cada cuota del seguro se pagan otras muchas prestaciones y servicios que probablemente nadie va a usar. Por eso resulta interesante la opción de contratar la consulta de un pediatra privado con nuestra plataforma online de servicios médicos privados.

De esta forma, tu y tu familia os beneficiáis de las ventajas de la Sanidad Privada y podéis acceder a prestigiosos pediatras de vuestra ciudad, sin tener que contratar un seguro y por un precio más barato que al reservar cita por privado.

Así, acceder a un pediatra privado es más fácil para la familia, manteniendo las mismas garantías y calidad de servicio que al hacerlo a través de una aseguradora, pero sin cuotas ni carencias ni copagos.