¿En qué consiste la colonoscopia?
La colonoscopia con sedación es una prueba realizada en un quirófano ambulatorio donde el médico, después de sedar al paciente, introduce suavemente un colonoscopio por el ano. Este dispositivo permite ver el colon y parte del intestino delgado a través de una cámara en su punta.
Los pólipos o bultos detectados se extraen para su análisis posterior en el laboratorio. La duración total de la colonoscopia, desde que el paciente entra en la sala de endoscopias, varía entre 45 y 60 minutos, con aproximadamente 30 minutos dedicados a la exploración del colon.
La colonoscopia se recomienda en diversas situaciones:
- Detección de pólipos o lesiones precancerosas: Esta prueba es fundamental para prevenir el desarrollo de cáncer colorrectal. Los pólipos, que son crecimientos anormales en el revestimiento del colon, pueden convertirse en cáncer con el tiempo. La colonoscopia permite detectar y eliminar estos pólipos antes de que se vuelvan malignos, reduciendo significativamente el riesgo de cáncer colorrectal.
- Presencia de signos o síntomas preocupantes: Si experimentas sangre en las heces o pérdida de peso inexplicada, estos podrían ser síntomas de cáncer colorrectal. La colonoscopia es una herramienta efectiva para evaluar la presencia de tumores o lesiones en el colon o recto, permitiendo su diagnóstico temprano y un tratamiento oportuno.
- Tratamiento de problemas específicos en el colon o recto: Además de la detección y prevención del cáncer, la colonoscopia también se utiliza como una forma de tratar ciertos problemas en el colon o recto. Durante la prueba, se pueden realizar biopsias para obtener muestras de tejido anormal y realizar análisis adicionales en el laboratorio. Asimismo, se pueden extirpar tejidos anómalos, como pólipos, que pueden estar provocando síntomas molestos o representar un riesgo para la salud.
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